Como en las historias de imposibles donde aparecen heroínas, ella llegó a nuevos sitios pensando que los menesteres industriales venían con un sello masculino. Desde 2017, Ada Milagros Smith Machado integra las filas de la Corporación Cuba Ron como programadora de la Dirección Industrial, una rama que se dedica a la gestión de la programación de la producción en las roneras. Tras tablas y archivos, sin perder el imán de la creatividad que atrae a sus mejores energías, esta mujer ha apostado por el mundillo de las cifras como afinidad y el buen hacer como misión dentro de un gremio que la respalda.
¿De qué forma se hace cumplir su trabajo con las dependencias roneras y cuál es su rol en ello?
Nosotros, con previo análisis, atendemos las demandas y en función de los inventarios de la situación de las roneras determinamos la programación de esa producción y su seguimiento posterior. En contextos de pandemia, la situación se torna más difícil y sus consecuencias han diezmado un poco el flujo internacional y con ello nuevas posibilidades de mercado. La situación actual nos obliga a buscar soluciones y en esa suerte de día a día no se descansa ante la dificultad con la entrada de alcohol. Todos esos indicadores nos obligan a ser más creativos, a buscar soluciones más competentes.
En nuestro departamento trabajamos tres mujeres y entre todas nos unimos en una jornada que se comparte con las labores del hogar. Toda esa serie de acciones diarias lleva mucho esfuerzo unido al hecho de compartir espacio temporal y afectivo con dos hijas, mi esposo, la familia en general más el tiempo de dedicación personal. Nuestro rol es verdaderamente un reto que implica planificar al detalle las cantidades del producto y todo momento con estas tareas tratamos de fortalecernos en los aspectos que podemos mejorar. En cada ronera hay un departamento que se dedica a programación y hay comunicación con ellos, con los parámetros y en función de eso debe estar todo el trabajo.
¿Cómo valoras la presencia de otras mujeres como tú en este centro, desde tu experiencia hasta la generalidad?
Desde mi experiencia, he liderado en otras instituciones anteriores como un banco, donde me tocó dirigir a hombres y puede que para algunos haya sido chocante, pero cuando ejerces con conocimiento, dedicación y buen hacer no habrá deferencias y allí fueron bastante receptivos.
Una vez sumada al equipo de Cuba Ron, fui transitando desde la dirección de finanzas hasta la programación. Había ya en la corporación varias mujeres y de ellas he aprendido esos bríos del deber ser y a partir de ahí mejorar paulatinamente. En todo el tiempo que llevo acá, nunca pasó mi trabajo desapercibido y de ahí que me motive tanto el hecho de ver bien distribuidos nuestros rones por el país.
Hay homólogas mujeres como nosotras en otras provincias como Santiago de Cuba, lo que quiere decir que nuestra presencia se balancea en otras regiones. Cuando oí por primera vez la palabra industria lo relacioné con hombres, pero ya no somos pocas en esta rama y nuestro departamento ha estado dirigido por mujeres.
En estos ambientes me retroalimento y como yo el resto de mis compañeras. No me he sentido disminuida ni apartada. No ha habido diferencias y nunca se ha menospreciado a una mujer sino, en cambio, la voluntad de aprender bajo ese lenguaje diáfano y abierto.
Ahora desde casa ¿Cómo distribuye el trabajo doméstico y el tiempo en familia con el de la Corporación?
Nuestro trabajo no descansa a pesar de las limitaciones materiales y el personal de trabajo también disminuido, aunque no se haya detenido por completo. La clave para organizarse es siempre ir en un sentido concreto: encontrar respuestas a los problemas de producción.
Me levanto casi a diario a las 5 o 6 de la mañana junto a una de mis hijas que hace pesquisas como estudiante de estomatología. En casa trabajamos en común. Le dedico tiempo a la familia y lo combino con el trabajo. En ese período de todo el día entre las tres mujeres que trabajamos en el departamento nos comunicamos vía telefónica. Es un reto organizarse, pero el trabajo debe de salir adelante.
¿Cómo se inserta usted en los ensayos clínicos de la vacuna Soberana 02?
Nos enteramos por las informaciones sobre las fases de ensayo de la vacuna. Supimos también que se iba a efectuar cerca de nuestra dirección en el policlínico de la zona. Un día nos contactó la coordinadora del ensayo clínico para darnos la noticia de que éramos precandidatos a la soberana 02 y tras recibir previa capacitación se desplegaron los procedimientos y el ciclo correspondiente. Hemos dado el paso al frente en la familia para que entre otros pormenores esta pandemia desaparezca, pensando también en nuestros padres. Desde Cuba Ron fue bien recibida esta noticia por mis compañeros de trabajo que me han apoyado y han estado al tanto de mi evolución. Otro desafío que complemento como mujer cubana, madre y trabajadora.

