El pasado ocho de diciembre, un grupo de jóvenes de distintas regiones del país involucrados en la Corporación Cuba Ron hicieron un recorrido simbólico para homenajear el aniversario 62 del triunfo de la Revolución Cubana en la búsqueda de las conquistas y la honra a nuestros héroes.
El oriente cubano fue una puerta abierta para recibir a este grupo que en su esencia será relevo en las filas de la Corporación. Hasta Birán, Holguín, la tierra que vio nacer a Fidel y Raúl Castro, líderes que han marcado impronta en lo que ha sido, es y será un capítulo que convirtió a Cuba en un país de igualdad plena, se llegó este gremio para rendir culto. Como genuina cuna de la revolución y matriz de los saberes roneros, Santiago de Cuba fue testigo del paso de esta cantera hacia el II Frente Oriental Frank País García, donde rindieron distinciones en el Mausoleo a Vilma Espín y a los mártires de la Revolución.
Para Ernesto Villaverde Guzmán, adiestrado de la Dirección de Asociaciones Económicas Internacionales, fue un viaje inolvidable pues además de conocer lugares emblemáticos también tuvieron la oportunidad de intercambiar con otros trabajadores de las distintas instalaciones de Cuba Ron y visitar toda la ronera santiaguera.
A decir de la perspectiva de Lianet Ruiz Aldama, especialista de la Dirección de Fuerzas de Trabajo, la esencia radica siempre en la integración y la unidad entre todas las dependencias roneras como vía de retroalimentación cognoscitiva y como concepto vivencial que le dejó esta experiencia.
Asimismo, prosiguió entonces la juventud en su recorrido, esta vez por el Cuartel Moncada como armazón viviente donde comenzó a gestarse un movimiento que daría al traste con el triunfo de las ideas de Martí, seguidas por Fidel. La fortaleza militar del Castillo de San Pedro de la Roca, un referente arquitectónico por excelencia de la ciudad héroe declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, figuró también en el itinerario en pos de salvaguardar la memoria tangible e intangible del territorio.
Según Jadira Mederos Fornell, especialista de la Dirección de Planificación y Tesoreria, este viaje no solo significó un recorrido por la historia, sino que al mismo tiempo queda pautado en los recuerdos de vida de cada uno de los participantes: “Dichosa me siento de haber compartido tan buenos ratos con gente tan linda y elocuente y todo ello gracias a Cuba Ron”.
Liety Díaz Bernal, especialista de Comercio Exterior de La Estancia S.A., otra de las participantes, se refiere en su recuento al privilegio de compartir con personas extraordinarias y la grata acogida de los centros de producción que los hicieron sentirse en familia, ese equipo que se expande y crece con cada logro.
Otro de los momentos de encuentro fue el cementerio de Santa Ifigenia, sitial sagrado para bien recordar a los próceres que hicieron hito y fueron semilla en períodos claves de la trayectoria por la independencia y la igualdad plena de la nación. Una cita clave que no pudo dejar de figurar entre los puntos de visita, diálogo y descubrimiento fue la Ronera de Santiago de Cuba, génesis de tanta cultura en menesteres de los rituales autóctonos que prestigian a la Isla desde sus sabores y aromas.
“Agradezco el placer de ver de cerca el compromiso de cada joven y el hecho de conocer más de cerca a los jóvenes que forman parte de las filas de la presidencia junto a la dicha de insertarme tan pronto en este medio”, aseveró la joven Yenelice Cañas, Directora de Cuadros.
Finalmente, para los delegados orientales, cerró la ruta peregrina de esta cantera de nuestro sistema corporativo en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo. Las conclusiones cedieron el instante cumbre ante la presencia y el discurso oportuno de la Gobernadora de Santiago Beatriz Jhonson, cuyo sentir estuvo del lado de los que a diario representan el futuro ejecutivo e ideológico de un centro tan relevante e importante para el sector industrial como lo es Cuba Ron.
“Infinitas son las razones para estar orgulloso de ser un joven de esta generación, sentirme parte de Cuba Ron y representar a la Distribuidora en este hermoso recorrido por la historia de Cuba. Conocer en profundidad a cada uno de los jóvenes del viaje, ver la calidad humana de los mismos, el amor por el trabajo y el espíritu revolucionario que llevan dentro, han llenado mi alma de sensaciones muy bellas. Compartir estos días entre risas, sitios históricos, fotos, ideas, dormir en la guagua, escalada al II Frente, la cultura ronera, nuestros héroes y su amor por la patria, son recuerdos que almacenaré toda la vida. Agradezco al Ministerio de la Industria Alimentaria, a esta Corporación a donde pertenezco, a los Maestros del Ron Cubano y a todos los que hicieron de este momento una realidad y un bello recuerdo en nuestras memorias”, expresó Ernesto Rodríguez Espino, especialista de marketing.
Mientras el grupo de la zona occidental regresaba, otra ruta juvenil desde el occidente emprendió camino hasta espacios de relevancia e hicieron de ese viaje una coordenada común que tuvo lugar en la Ciudad Bandera, donde la Ronera de Cárdenas fue sitio para promover los conocimientos en materia de labores en la industria y los procesos de realización del mejor Ron del mundo, que no es otro que el que se destila en las raíces de esta isla antillana. Con la misma emoción y ganas de incorporar memorias hicieron un alto esa misma jornada para rendir tributo a nuestra bandera en su Monumento en Cárdenas, el tributo solemne al líder estudiantil José Antonio Echevarría, el emblemático museo Oscar María de Rojas y el museo de la Batalla de Ideas.
Estos jóvenes, en su andar creciente en la continuación de los pasos de la generación iniciadora que hizo pauta en el Moncada, enmendaron a su paso un camino que entrelaza la historia, tradición y el compromiso con la profesión junto a esos saberes tan legendarios que emana la cultura ronera.