Por: Redacción Cuba Ron S.A.
En 1919, desde un enclave al este del río Santa Cruz, rodeado de ranchos de pescadores, y dotado del clima perfecto para la producción cañera, salieron los primeros efluvios de alcohol y aguardiente emanados de una rudimentaria destilería, germen de la actual Ronera Santa Cruz del Norte.
Se dice que la entidad de la joven provincia de Mayabeque registra en su aval histórico una amplia gama de bebidas como el Aguardiente de caña superior La Rueda, el Aguardiente puro de caña Santa Cruz, las variantes del Ron Santa Cruz que incluían el Superior, Extrafino y Superfino, el Ron Legendario, la Ginebra Distilled Dry Gin Santa Cruz y los licores Anís y Anissette Santa Cruz, entre otros, de acuerdo con una publicación del Semanario Comercial, Financiero y Turístico de Cuba: Opciones.
La nota añade que, temporalmente, incluyó en sus surtidos el whisky Old Havana, en dos variedades: con etiqueta roja y otra negra y tres variedades de vodka: natural, saborizado con limón y saborizado con naranja, con destino a Europa del Este, y también el Champagne Moet and Shandon.
En la década del 70, la añeja unidad fabril- activa hasta el año 2002- cambió su vetusta fisonomía, y transformó su paisaje con nuevas instalaciones: otra destilería, una planta productora y embotelladora de licores, naves de añejamiento, planta de producción de levadura torula, planta de fabricación de rones, embotellado de rones, bloque energético y área de oficinas.
Uno de los momentos cumbre en la vida de la ronera se registra en 1971, cuando en pleno apogeo de su renovación estética, el comandante en jefe, Fidel Castro Ruz, con su visión precursora, cimentó el sueño de modificar el establecimiento en el mayor de su tipo en el país, un hecho que aún despierta emociones en los testigos de las palabras del Líder de la Revolución Cubana: “Levantaremos aquí la fábrica de rones más grande de Cuba”.
Dos años después, se colmó el primer barril para la producción del futuro ron en la fábrica, de ahí que sea esa la fecha marcada en el calendario como el día de la fundación de la unidad testigo del tiempo por más de un siglo.
Cuando en 1993 nació la Corporación Cuba Ron S.A., la Ronera Santa Cruz del Norte engrosó la lista de su sistema corporativo. Hoy entre las 35,1 hectáreas que abarca, se producen el Ron Profundo, el Havana Club 3 años, y el ron de la marca Santa Cruz del Norte en sus tres surtidos: Carta Blanca, Carta Oro y Añejo, los dos primeros reconocidos popularmente a mediados del pasado siglo entre “Los tres campeones en rones” y “El jonrón Santa Cruz”, de acuerdo una promoción comercial de la época.
Estos espirituosos destilados en áreas santacruceñas dejan el sabor de un notable prestigio para la Perla de las Antillas. De ello se enorgullece la Maestra del Ron Cubano, Salomé Alemán Carriazo, quien abraza el privilegio de saberse partícipe, durante décadas, de la historia de la emblemática ronera, donde, entre barriles que desprenden el olor a madera y a éter etílico, se ha curtido como guardiana fiel de tradiciones heredadas por ocho generaciones de hacedores del ron más ligero del mundo.
Esta unidad fabril, que ha cumplido con creces la misión encomendada por Fidel y responde a los desafíos económicos de Cuba, prodiga desde sus interiores la base del ingrediente principal del coctel “Centenario”, una bebida mezclada con el licor de coco y de limón, que el joven cantinero Carlos Manuel Cárdenas dio vida para acentuar aún más el sabor de una isla, en la que más allá de los fines comerciales, se preserva y salvaguarda la producción de ron como un elemento cultural que trasciende nuestras fronteras.