Por: Redacción Cuba Ron S.A.
La Perla de las Antillas, con su fertilidad extraordinaria para que la caña de azúcar crezca y fructifique por doquier, posee enclaves donde la alquimia de la tradición y la historia se resguarda y realza su sabor.
Uno de esos sitios, donde el dejo de lo cubano impera en el ambiente, es la llamada “Casa del Ron de Cuba”, o sencillamente la Ronera San José, entidad que acomodó sus primeros barriles en 2007, mientras heredaba rituales de la producción de espirituosos de gran notoriedad en el mundo.
Cuentan que la quinceañera unidad fabril, perteneciente a la empresa mixta Havana Club International S.A, esperó 18 meses para ver la luz, luego de un fuerte ajetreo constructivo garante de la calidad de sus producciones. Desde entonces, su colectivo emplea los saberes legados por generaciones de hacedores del Ron Ligero Cubano, para regalarle al paladar lo que muchos consideran elíxir de los dioses, símbolo de nuestra cultura.
Entre los sitios que aguzan la mirada de quienes llegan a la “Casa nueva del ron de siempre” está el viejo árbol que yace frondoso en el lugar, y que ha sido fiel testigo de la vida de los espirituosos oscuros con sello Havana Club, la principal carta de triunfo de la entidad, que en los últimos tiempos ha incorporado surtidos como el Havana Club Cuban Smoky, las Ediciones Profesionales, la Colección Tributo y Havana Club 1519, para confirmar a la innovación como el puntal clave para el desarrollo de la marca, de acuerdo con información publicada por la mencionada empresa.
De 17 hectáreas con las que comenzó esta instalación, hoy suma 23, y es la más grande de Cuba para la producción de rones oscuros, una mixtura añejada con saberes y cubanía.
De acuerdo con publicaciones precedentes de este sitio virtual, en esta bodega se halla lo necesario para garantizar los niveles de fabricación hasta el 2032; y para los cubanos, que siempre hablamos de añejamiento natural y tradicional, la Ronera San José deviene ejemplo de cómo se puede combinar ese método con las tecnologías más avanzadas.
Durante este año la “Casa del Ron de Cuba” ha proyectado confianza, con planes de mejoras en los sistemas de gestión, en la ampliación de capacidades de almacenamiento, añejamiento y fabricación. La recertificación de todas las normas ISO, la vigilancia en materia de Seguridad y Salud del Trabajo, y el desarrollo de proyectos medioambientales, son otras de las tareas que, en paralelo con la capacitación necesaria, reafirman a este centro una referencia a escala nacional e internacional.